domingo, 9 de septiembre de 2012

Hábitos de los buenos padres y de los padres brillantes.




Los niños no necesitan padres gigantescos, sino seres humanos que hablen su lenguaje y que sean capaces de penetrar en sus corazones ; los buenos padres dan regalos, mientras que los padres brillantes dan todo su ser.

Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar en sus hijos: autoestima, protección emocional, capacidad de manejar la pérdida y la frustración, y de filtrar los estímulos estresantes, de dialogar, de escuchar.

 Los buenos padres, dentro de sus recursos, se encargan de satisfacer los deseos de sus hijos. Les hacen fiestas de cumpleaños, les compran zapatos, ropa, productos electrónicos, e incluso les proporcionan viajes. Los padres brillantes dan a sus hijos algo incomparablemente más valioso, algo  que todo el dinero del mundo no puede comprar: su ser, su historia, sus experiencias, sus lágrimas y su tiempo.

Los padres brillantes, cuando tienen los medios, dan regalos materiales a sus hijos pero no  los  alientan a  ser  materialistas, porque saben que el consumismo puede aplastar la estabilidad  emocional, así como generar pensión y placeres superficiales. Los padres que siempre están dando regalos a sus hijos son recordados por un momento. Los padres que se preocupan por dar a sus hijos una historia se vuelven inolvidables.



 ¿Quiere usted ser un padre o una madre brillante?

 Tenga el valor de hablar con sus hijos acerca de los días más tristes de su propia vida, y la audacia de hablarles de sus dificultades en el pasado. Cuénteles sus aventuras, sus sueños y los momentos más felices de su existencia. Humanícese. Transforme su relación con sus hijos en una aventura. Cobre conciencia de que educar es penetrar en el mundo de otros.
Muchos padres trabajan para dar el mundo a sus hijos, pero se olvidan de abrirles el libro de sus vidas. Por desgracia, los hijos solo admirarán a los padres el día que estos mueran.




¿Por que es fundamental para la formación de la personalidad de los hijos que los padres permitan que los conozcan?

Esta es la única forma de educar las emociones y crear vínculos sólidos y profundos. Cuanto mas baja es la escala biológica de un animal, menos depende de sus padres. Entre los mamíferos, los hijos dependen en gran medida de sus padres, ya que no solo necesitan el instinto, sino que deben aprender de la experiencia de sus padres para poder sobrevivir.

En nuestra especie esa dependencia es intensa. ¿Por que? Porque las experiencias aprendidas son mas importantes que las instintivas. Un niño de siete años es muy inmaduro y dependiente  de  sus  padres,  mientras  que  muchos  animales  de  la  misma  edad  son  ya ancianos.

¿Como ocurre este aprendizaje?
El aprendizaje depende del registro diario de miles de estímulos externos (visuales, auditivos, táctiles) e internos (pensamientos y reacciones emocionales) en las matrices de la memoria. Anualmente archivamos millones de experiencias, pero a diferencia de lo que ocurre con las computadoras, los registros en nuestra memoria son involuntarios, producidos por el registro automático de memoria (RAM).



Los vínculos definen la calidad de la relación

 ¿Que registran sus hijos sobre usted? ¿Imágenes positivas 0 negativas? Ambas. Cada día ellos archivan sus comportamientos, ya sean inteligentes o estúpidos. Usted no se da cuenta, pero ellos lo están fotografiando a cada instante.

Lo que genera los vínculos inconscientes no es solo lo que usted les dice, sino también lo que ellos ven en usted. Muchos padres les dicen cosas maravillosas a sus hijos, pero tienen reacciones terribles frente a ellos: son intolerantes, agresivos, parciales e hipócritas. Con el tiempo se crea un abismo emocional entre padres e hijos: poco afecto, pero mucha crítica y fricción.

Lo que se registra nunca se puede borrar, sólo reeditar a través de nuevas experiencias que se escriben sobre las antiguas experiencias. La reedición es un proceso posible pero complicado.  La  imagen  que  su  hijo  ha  construido  de  usted  no  se  puede  borrar,  sólo sobrescribir. Construir una imagen excelente establece la riqueza de la relación que usted tendrá con sus hijos.

Otra función importante de la memoria es que las emociones definen la calidad del registro. Todas las experiencias que tienen un alto volumen emocional generan un registro privilegiado. Amor y odio, alegría y angustia provocan un registro intenso.

Anunciar la miseria humana atrapa la emoción y genera concentración. De hecho, los accidentes, la muerte, la enfermedad  y  los  secuestros  generan  un  volumen  de  alta  tensión  que  conduce  a  un almacenamiento privilegiado de esas imágenes, lo que ha convertido nuestra memoria en un bote de basura. No es de extrañar que el hombre moderno sea un ser tan tenso, que sufre anticipadamente y tiene miedo del mañana.




Es más conveniente perdonar

Si usted tiene un enemigo, es mas conveniente perdonado. Hágalo por usted. De otro modo, el fenómeno RAM lo archivara dándole privilegio. Su enemigo dormirá con usted y perturbara su sueño. Entienda sus fragilidades y perdónelo porque esa es la única manera de deshacerse de el o de ella.  Enseñe a sus hijos a hacer del escenario de sus mentes un teatro de alegría y no  de  terror.  Indúzcalos a  perdonar  a  la  gente que los  desilusione y  explíqueles este mecanismo.

Nuestra agresividad, rechazos y actitudes impulsivas pueden generar un alto volumen de tensión emocional  en  nuestros  niños,  dejándoles  una  cicatriz  permanente.  Necesitamos entender cómo están organizadas las características patológicas de la personalidad.

En  los  divorcios  es  común  que  los  padres  prometan  a  sus  hijos  que  nunca  los abandonaran. Pero  cuando  baja  la  temperatura  de  la  culpabilidad,  algunos  padres  se divorcian también de sus hijos, de manera que estos pierden su presencia, a veces no sólo física sino también emocional. Los padres ya no disfrutan, sonríen ni felicitan a sus hijos, ni tienen momentos agradables con ellos.

Cuando esto pasa, el divorcio genera severos efectos colaterales psíquicos. Si el puente esta bien construido, si la relación continua siendo poética y afectuosa, los niños sobrevivirán a la turbulencia de la separación de sus padres y podrán madurar.




Sus hijos no necesitan gigantes

La individualidad debe existir porque es el fundamento de la identidad de la personalidad. No hay homogeneidad en el proceso de aprender y el desarrollo de los niños, no  hay dos  personas iguales en el universo, pero el individualismo es perjudicial.

Una de las causas del individualismo entre los jóvenes es que los padres no cruzan sus historias con las de sus hijos. Incluso si usted trabaja mucho, emplee el poco tiempo que tenga para disfrutar de grandes momentos con sus hijos. Ruede con ellos por la alfombra. Escriba poemas. Juegue, sonría, suéltese. Alborótelos con placer.


Sus hijos no necesitan gigantes, necesitan seres humanos
No necesitan ejecutivos,doctores ni administradores de negocios lo necesitan a usted tal y como es. 

Libere a su niño interior. Libere al joven alegre que vive dentro de sus emociones, aun cuando su cabello haya encanecido, ya que es posible recuperar los años. Permita que sus hijos descubran su mundo.Abrase, llore y abrácelos. Llorar y abrazar es más importante que darles fortunas ó criticarlos
constantemente.




Los buenos Padres alimentan el cuerpo, mientras que los padres brillantes alimentan la personalidad.


 Los buenos padres cuidan la alimentación física de sus hijos y los estimulan a llevar una dieta saludable;  los  padres  brillantes  van  más  allá.  Saben  que  la  personalidad  necesita  una excelente nutrición psíquica, de modo que se preocupan por el alimento que enriquece la inteligencia y las emociones.

Una familia estructurada solía ser una garantía de que los niños desarrollarían una personalidad saludable. Hoy en día, los buenos padres están criando hijos ansiosos, enajenados, autoritarios y angustiados. Muchos hijos de médicos, de jueces y de hombres de negocios enfrentan graves conflictos. ¿Por que padres inteligentes y saludables han visto que sus hijos se enferman?¿Por que la sociedad se ha vuelto una fabrica de estrés? No tenemos control sobre el proceso de formación de la personalidad de nuestros hijos. Los criamos y los ponemos en contacto con un sistema social controlador en etapas muy tempranas de su vida.


Alimente la inteligencia


Los buenos padres enseñan a sus hijos como cepillarse los dientes los padres brillantes les enseñan higiene psíquica. 
Enseñe  a  sus  hijos  a  proteger  sus  emociones.  Todo  aquello  que  afecte frontal mente las emociones, afecta también drástica mente a la memoria y constituirá un elemento de la personalidad. Si usted tuviera la capacidad de leer las mentes de los jóvenes, vería que muchos están atormentados por pensamientos de ansiedad. Algunos se angustian por los exámenes escolares, otros odian cada cambio y curva de sus cuerpos y algunos mas piensan que nadie los quiere. Muchos jóvenes tienen autoestimas terribles.  El problema es que cuando nace la baja autoestima, muere la alegría.


El pesimismo es un cáncer del alma

 Usted puede no tener dinero, pero si es rico en sentido común, será un padre brillante. Si transmite  sus  sueños y  entusiasmo a  sus  hijos,  será  una exaltación de  la  vida.  Si es especialista en quejarse, si muestra temor a la vida y al futuro, si tiene preocupaciones excesivas con respecto a las enfermedades, estará nulificando la inteligencia y las emociones de sus hijos.

El verdadero optimismo se construye afrontando los problemas, no negándolos.No deberíamos formar super humanos, como proponía Nietzsche. Los padres brillantes no forman héroes, sino seres humanos que conocen sus limitaciones y sus fortalezas.

 Los buenos padres corrigen los errores, mientras que los padres brillantes enseñan a pensar.

Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar en sus hijos: conciencia crítica, capacidad de pensar antes de reaccionar; fidelidad, honestidad, capacidad de cuestionar y responsabilidad social.
 Los buenos padres corrigen las fallas; los padres brillantes enseñan a sus hijos a pensar. Hay mucho más de fondo en corregir errores y enseñar a pensar de lo que podría soñarse en nuestra psicología.